Tras haber conseguido notoriedad mundial con la adaptación al cine del best seller mundial 50 sombras de Grey, Dakota Johnson (Austin, Texas, 1989) da un giro a su carrera con Black Mass. En ella interpreta a Lyndsey Cyr, la compañera sentimental y madre del hijo del gánster James Whitey Bulger, encarnado aquí por Johnny Depp. Pese a su reducido tiempo en pantalla, el personaje de Johnson resulta clave para entender la psicosis de Bulger. La hija de Don Johnson y Melanie Griffith protagoniza unos momentos impactantes junto a Depp, evidenciando su talento y capacidad para acometer distintos retos en el celuloide tras su participación en películas como Infiltrados en clase, Eternamente comprometidos o Need for Speed.
¿Has podido conocer a la verdadera Lindsey Cry antes de rodar esta película?
Nunca llegué a hablar con ella. Tanto Scott Cooper, el director, como yo decidimos que sería mejor que no lo hiciera. Vimos mi trabajo como una oportunidad para crear un personaje que ayudara a mostrar un lado distinto de James Whitey Bulger. En cualquier caso, hice mis deberes y la investigué. No había nada escrito acerca de su relación con Whitey, así que me centré en él e intenté imaginarme lo que sería vivir con alguien así.
¿En algún momento has sentido el peso de la responsabilidad?
Sí, sobre todo el primer día del rodaje. Para mí, ése es siempre el momento en el que temo que no voy a dar la talla y empiezo a sentir algo de vértigo. Será porque nunca quiero decepcionar a nadie...
En el filme consigues poner un acento de Boston que resulta muy convincente, ¿Cómo lo lograste?
No sé si lo conseguí, aunque lo trabajé mucho con un experto en fonética. Ante todo, quería que fuese un acento sutil, que no distrajera demasiado al espectador. Por suerte, aprendí que, en el barrio en el que se crió Lindsey, sus habitantes no tienen un acento muy cerrado. Pese a todo, lo preparé a fondo. Es curioso el trabajo que tienes que realizar ante retos así; es como si tuvieras que entrenar tu boca.
¿Qué tal es Johnny Depp?
Tener la oportunidad de trabajar en un proyecto tan especial como este con alguien de tanto talento como Johnny Depp es lo máximo. Es algo a lo que siempre he aspirado.
Johnny Depp lleva a cabo en esta película una verdadera transformación, tanto física como psicológica, para convertirse en Whitey Bulger, ¿Qué te ha parecido?
Estoy de acuerdo. Me impresionó mucha la primera vez que vi a Johnny aparecer en el rodaje, con el maquillaje y todos los demás accesorios que le permiten parecerse mucho a él. Johnny siempre ha emanado una energía muy fuerte, por lo que recuerdo esa experiencia como algo casi mágico.
¿Eres de las que piensan que es más difícil dar vida a un personaje real que a uno de ficción?
Creo que sí, porque cargas con la responsabilidad adicional de representar a una persona que existe en realidad y eso va a dar lugar a que te juzguen de una manera especial. La verdad es que nunca quieres molestar a nadie o disgustar a la familia de la persona que interpretas. Así que, cuando interpretas a alguien que de verdad existió, llegas a sentir más la presión. Sobre todo, si esa persona es o fue muy famosa, porque entonces hay mucha gente que tendrá una imagen formada de esa persona. Y lo que nunca quieres es decepcionarles.
Tu papel en esta historia tiene una relevancia clave, a diferencia de lo que ha ocurrido en el pasado con otros papeles femeninos en el subgénero de gánsteres, con una importancia menor.
En efecto. Las mujeres no suelen tener demasiada importancia en las películas de gánsteres; pero no es el caso de Black Mass, ya que Scott ha creado un personaje interesante.
¿Qué tal ha sido el director?
Scott es un hombre muy tranquilo que sabe lo que quiere y que es capaz de lograr un gran ambiente de trabajo durante el rodaje. Scott me apoyó mucho en las escenas en las que aparezco.
Este papel es muy diferente al de 50 sombras de Grey. ¿Te gusta tener esa versatilidad en pantalla?
Siempre trato de hacer cosas distintas. De hecho, no hay un denominador común en mi obra. Así que me imagino que, después de 50 sombras de Grey, tenía ganas de participar en algo diferente. Pero esa no ha sido la principal razón para estar en esta película, sino trabajar con Scott Cooper y Johnny Depp dando vida a un personaje tan rico y complejo. Eso fue lo que más me atrajo de Black Mass. El reto de interpretar a Lindsey y embarcarme en su viaje ha sido muy emocionante.
¿Y cómo lograste meterte en la mente de una madre?
Aunque no lo sea en la vida real, confié en Scott Cooper y seguí su dirección, y al final logró llevarme a un lugar muy honesto con el personaje. He de reconocer que, desde el primer momento, tuve la intuición de que Scott lo lograría... aunque no supiera cómo.
¿En algún momento has sentido el peso de la responsabilidad?
Sí, sobre todo el primer día del rodaje. Para mí, ése es siempre el momento en el que temo que no voy a dar la talla y empiezo a sentir algo de vértigo. Será porque nunca quiero decepcionar a nadie...
En el filme consigues poner un acento de Boston que resulta muy convincente, ¿Cómo lo lograste?
No sé si lo conseguí, aunque lo trabajé mucho con un experto en fonética. Ante todo, quería que fuese un acento sutil, que no distrajera demasiado al espectador. Por suerte, aprendí que, en el barrio en el que se crió Lindsey, sus habitantes no tienen un acento muy cerrado. Pese a todo, lo preparé a fondo. Es curioso el trabajo que tienes que realizar ante retos así; es como si tuvieras que entrenar tu boca.
¿Qué tal es Johnny Depp?
Tener la oportunidad de trabajar en un proyecto tan especial como este con alguien de tanto talento como Johnny Depp es lo máximo. Es algo a lo que siempre he aspirado.
Johnny Depp lleva a cabo en esta película una verdadera transformación, tanto física como psicológica, para convertirse en Whitey Bulger, ¿Qué te ha parecido?
Estoy de acuerdo. Me impresionó mucha la primera vez que vi a Johnny aparecer en el rodaje, con el maquillaje y todos los demás accesorios que le permiten parecerse mucho a él. Johnny siempre ha emanado una energía muy fuerte, por lo que recuerdo esa experiencia como algo casi mágico.
¿Eres de las que piensan que es más difícil dar vida a un personaje real que a uno de ficción?
Creo que sí, porque cargas con la responsabilidad adicional de representar a una persona que existe en realidad y eso va a dar lugar a que te juzguen de una manera especial. La verdad es que nunca quieres molestar a nadie o disgustar a la familia de la persona que interpretas. Así que, cuando interpretas a alguien que de verdad existió, llegas a sentir más la presión. Sobre todo, si esa persona es o fue muy famosa, porque entonces hay mucha gente que tendrá una imagen formada de esa persona. Y lo que nunca quieres es decepcionarles.
Tu papel en esta historia tiene una relevancia clave, a diferencia de lo que ha ocurrido en el pasado con otros papeles femeninos en el subgénero de gánsteres, con una importancia menor.
En efecto. Las mujeres no suelen tener demasiada importancia en las películas de gánsteres; pero no es el caso de Black Mass, ya que Scott ha creado un personaje interesante.
¿Qué tal ha sido el director?
Scott es un hombre muy tranquilo que sabe lo que quiere y que es capaz de lograr un gran ambiente de trabajo durante el rodaje. Scott me apoyó mucho en las escenas en las que aparezco.
Este papel es muy diferente al de 50 sombras de Grey. ¿Te gusta tener esa versatilidad en pantalla?
Siempre trato de hacer cosas distintas. De hecho, no hay un denominador común en mi obra. Así que me imagino que, después de 50 sombras de Grey, tenía ganas de participar en algo diferente. Pero esa no ha sido la principal razón para estar en esta película, sino trabajar con Scott Cooper y Johnny Depp dando vida a un personaje tan rico y complejo. Eso fue lo que más me atrajo de Black Mass. El reto de interpretar a Lindsey y embarcarme en su viaje ha sido muy emocionante.
¿Y cómo lograste meterte en la mente de una madre?
Aunque no lo sea en la vida real, confié en Scott Cooper y seguí su dirección, y al final logró llevarme a un lugar muy honesto con el personaje. He de reconocer que, desde el primer momento, tuve la intuición de que Scott lo lograría... aunque no supiera cómo.
Traducido por: CINCUENTA SOMBRAS ES
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