Jamie nació en Holywood, Irlanda del Norte, un pequeño pueblo costero cercano en la ortografía y adecuadamente pronunciado Hollywood, que él no cambiaría por el mundo. "Tuve una infancia realmente cojonuda, muy tranquila y típica de la clase media, a pesar de la locura por la que estaba ocurriendo en nuestro país en aquel momento," dice. "No cambiaría ningún aspecto de mi infancia... quiero decir, perdí a mi madre cuando tenía 16 años así que por supuesto que cambiaría eso, pero ya sabes, en lo que se refiere a mi infancia para nada, la gente es genial en casa." El ex-modelo de Calvin Klein de 34 años, finalmente dejó los confines de Hollywood y se trasladó a Londres para seguir una carrera en el modelaje, donde finalmente cayó en la actuación. "Actué mucho en el colegio e hice teatro amateur de vuelta en Irlanda. Siempre me ha intrigado, siempre me gustó hacerlo, pero luego decir, ´Quiero eso para pagar la hipoteca´ es una cosa muy diferente," dice, ahora que vive entre el oeste de Londres y su casa de campo en los Cotswolds junto a su esposa, Amelia Warner, y sus dos hijas. "Londres me parece una ciudad muy estresante para criar a mis hijas. Nos gustaría ser capaces de dejar la puerta abierta y dejar que nuestra hija de tres años corra por el jardín, se revuelque en el lodo y que se exprese," dice cariñosamente, sin ninguna pizca de psicopatía a la vista.
Pero su último papel, como el carismático Comandante Pat Quinlan, en "El Asedio de Jadotville", es probablemente el más duro hasta la fecha. La película retrata la increiblemente poco conocida, pero heroica, batalla del ejército irlandés contra los mercenarios belgas durante la cruenta guerra civil congoleña en 1961. Interpretar al hombre al frente de una valiente batalla, pero no contada, (que está finalmente consiguiendo la película biográfica que merece) llega con muchas expectativas. "Es enorme de una forma y tenía que cargar eso conmigo, pero no deje que me agobiara," dice, "tuve una cosa extraña con Jadotville, cuando yo interpretaba a Pat, y su nieto real Conor interpreta a uno de los diez chicos en los que se centra la película. Tener a mi lado al nieto real de Pat todos los días fue realmente desalentador." La película, rodada entre Irlanda y Johannesburgo, vio a Jamie y a un reparto mayoritariamente masculino trasladarse a la ciudad sudafricana durante dos meses y medio. "Cada vez que había una chica en el rodaje, ya que sólo había dos en la película, me sentí muy mal por ellas, se metían en un ambiente muy masculino. ¡Enormes niveles de testosterona!," dice. "Un montón de chicos irlandeses y un par de tipos ingleses formaban el reparto y todos ellos estaban solteros o llevaban mucho tiempo sin ver a sus novias. ¡Así que cuando los chicos estaban mirando a aquellas mujeres, yo me sentía muy feliz de estar casado y tener a mi familia allí y no perder la cabeza!"
Aunque terminaron el rodaje de la película hace poco más de un año, el reparto está más cerca que nunca. "Hicimos esas dos semanas de campo de entrenamiento cuando llegamos por primera vez. Íbamos en estas horribles carreras juntos, llevando rifles pesados y corriendo por el desierto y vomitando unos enfrente de otros," dice, "después teníamos que hacer flexiones casi inmediatamente después de haber vomitado. ¡Ese ambiente nos unió a todos!". Es fácil darse cuenta de que Jamie, que es un tío relajado y tremendamente agradable a pesar de su mundialmente reconocido atractivo sexual, sigue manteniendo la dulzura de ese chico humilde de al lado. Incluso creó un grupo de Whatsapp para seguir en contacto con los chicos. "Es muy significativo que haya pasado más de un año y nadie haya dejado el grupo todavía. ¡Soy el administrador del grupo!," dice con orgullo. Cuando le digo que ésa podría ser su mayor responsabilidad hasta la fecha, se ríe irónicamente y contesta: "¡Es la más grande, es inmensa!"
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